¿Qué derechos tiene el usuario con el nuevo Reglamento General de Protección de Datos?

El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) entró en vigor de forma oficial el 25 de mayo de 2016, aunque hasta hoy no ha comenzado su plena aplicación. De esta forma, todo lo relacionado con el tratamiento de los datos de carácter personal debe respetar las libertades y derechos fundamentales de las personas, sea cual sea su nacionalidad o residencia.

Por ello, según recoge la normativa, existe el derecho de supresión («el derecho al olvido») por el que el interesado tendrá derecho a la supresión de sus datos personales en caso de que los datos personales ya no sean necesarios en relación con los fines para los que fueron recogidos o tratados de otro modo. También en caso de que el interesado retire el consentimiento o se oponga a su tratamiento, así como en casos en los que los datos personales hayan sido tratados ilícitamente.

También el derecho a la limitación del tratamiento de los datos, por ejemplo, en caso de que su uso sea ilícito.

Además, los datos personales deben ser:

  1. Tratados de manera lícita, leal y transparente en relación con el interesado («licitud, lealtad y transparencia»), recogidos con fines determinados, explícitos y legítimos, y no serán tratados posteriormente de manera incompatible con esos fines. Eso sí, el tratamiento posterior de los datos personales con fines de archivo en interés público, fines de investigación científica e histórica o fines estadísticos no se considerará incompatible con los fines iniciales («limitación de la finalidad»).
  2. Adecuados, pertinentes y limitados a lo necesario en relación con los fines para los que son tratados («minimización de datos»).
  3. Mantenidos de forma que se permita la identificación de los interesados durante no más tiempo del necesario para los fines del tratamiento de los datos personales.
  4. Tratados de tal manera que se garantice una seguridad adecuada de los datos personales, incluida la protección contra el tratamiento no autorizado o ilícito («integridad y confidencialidad»).