Aprendizaje validado, experimentación e interacción son las claves del método Lean Startup, cuyo objetivo es reducir el riesgo en el lanzamiento de nuevos productos y servicios.
Pongámonos en la situación de que tienes una idea de negocio y quieres ponerla en marcha. Se te ha ocurrido estando en tu oficina o en tu casa, ¿qué haces entonces? ¿Cuál es el siguiente paso?
Esta es una fase importantísima de tu emprendimiento y de todo el proceso que vendrá después y hasta hace no mucho tiempo, la mayoría de las personas no estaban dando los pasos correctos. Los proyectos se aprobaban en una oficina, después se plasmaban en un plan de empresa, se pedía financiación y, una vez que se conseguía el dinero, se lanzaba el producto al mercado.
Pero, ¿dónde está el público en todo este procedimiento? Parece que hace unos años no era tan importante lo que querían o necesitaban las personas sino vender, y ahí es donde estaba el problema de los lanzamientos de servicios. Por ello, un altísimo porcentaje, alrededor del 90%, fracasaban en el intento.
Steve Blank, emprendedor y profesor de Silicon Valley, fue quien vio la importancia de preguntar al cliente y creó el término y método de Lean Startup, basado en las necesidades del público objetivo y modificando el producto hasta desarrollar la versión final.
Más tarde uno de sus alumnos, Eric Ries, profundizó más en este método y escribió el libro The Lean Startup, en el que habla de este movimiento que ha transformado la manera de concebir, fabricar y lanzar nuevos productos al mercado.
Reducir riesgos
Lo que distingue a este método es que reduce los ciclos de desarrollo de los productos y adopta una combinación de tres elementos:
- El aprendizaje validado
- La experimentación
- La interacción
La hipótesis central consiste en eliminar actividades superfluas y centrarse en lo que quiere el público realmente. Así, las startups invierten tiempo en sus servicios y productos poniendo el foco en la satisfacción de los/as clientes/as y reducen los riesgos del mercado y, en consecuencia, los gastos de lanzamiento.
Cuando ese aprendizaje ya se ha realizado, cuando se sabe qué es lo que necesitan las personas, es cuando las empresas empiezan realmente a invertir dinero.
Después de haber testeado la idea de negocio cuando las probabilidades de éxito son más altas y se reducen riesgos, no solo económicos sino también personales. Y es que, son muchas las personas emprendedoras que pierden ilusión y motivación cuando sus proyectos fracasan, desisten y abandonan sus proyectos.
Pasos del método
- Formulación de hipótesis
Identifica a tu público objetivo y analiza cuáles son sus necesidades para después definir la hipótesis en base a ello. Así, identificas el problema a resolver, formulas la propuesta de valor y el beneficio futuro.
- Validar hipótesis
Asegúrate de que existe un cliente potencial dispuesto a pagar por tu producto de manera rentable.
Entonces, lanzas tu Producto Mínimo Viable (MVP), una versión del servicio con las funcionalidades mínimas comercializables, a través de la cual conseguirás un feedback que te permitirá implementar las modificaciones necesarias para hacer más atractivo tu producto, sin realizar grandes inversiones.
- Medir hipótesis
Define tus KPI y mide los resultados para saber si realmente se está cumpliendo con los objetivos propuestos al inicio.
Te recomendamos que midas cuánto te cuesta captar un/a cliente/a y qué ingreso genera por cada transacción y de manera acumulada.
- Iteración y generación de conocimiento
Toda la información que hayas conseguido te sirve para conformar un aprendizaje validado, que incluye todos los datos sobre conocimiento del mercado y la competencia, tu producto y los factores económicos como el precio o la distribución.
- Ciclo repetitivo
El conocimiento que se va retroalimentando y cualificando a medida que se desarrolla la actividad comercial. De esta forma, se identifican las oportunidades de mejora en tu proyecto.
El modelo Canvas
Como te hemos contado en artículos anteriores y en nuestro campus, el modelo de negocio Canvas es fundamental a la hora de desarrollar tu proyecto. Creado por A. Osterwalder, consiste en visualizar y diseñar un modelo de negocio dinámico y visual.
El ejercicio se divide en 9 cuadrículas, cada una de las cuales se destina a un aspecto fundamental de tu modelo de negocio (propuesta de valor, canales de adquisición, gastos, ingresos, etc.) y en cada una añades y quitas ideas hasta dar con la versión final de tu producto.
En nuestro campus tienes disponible un mini módulo en el que Marta Alfonso, especialista en autoempleo de la Fundación Nantik Lum, te explica en vídeo y a través de ejemplos prácticos y reales cómo realizar el tuyo paso a paso.
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Si necesitas más información o asesoramiento sobre tu caso en concreto, ponte en contacto con nuestro equipo de profesionales de autoempleo a través del correo electrónico avanza@nantiklum.org.